miércoles, 7 de agosto de 2013

La deuda pública de EE.UU. ya podría superar los 70 billones de dólares, unas cinco veces mayor de la versión oficial, según los cálculos de un profesor de económicas.

El estudio toma en consideración el crecimiento de los pasivos federales, que no están incluidos en las cifras oficiales. Se trata de garantías y compromisos gubernamentales implícitos o explícitos que incluyen el apoyo a la vivienda, otras garantías de préstamos, seguros de depósitos y las medidas adoptadas por la Reserva Federal. 
A finales de 2012, la deuda pública

 estadounidense se fijó en 16,4 billones de dólares, lo que constituye un 103% del PIB del país. En otras palabras, unos 53.000 dólares por cada ciudadano de EE.UU. Para comparar, un año antes de la crisis financiera de 2008, la deuda era de menos de 10 billones de dólares.
Hamilton considera que la causa principal de que se disparara la deuda son las polémicas operaciones de la Reserva Federal de EE.UU. con las que se pretendía evitar el desplome de la economía cuando se desató la crisis.
Por otro lado, el déficit aumentó debido a algunos costosos programas públicos como Medicare y Social Security. En 2012, el Gobierno gastó en total 27,6 billones y 26,5 billones de dólares, respectivamente en ellos.
"Estos números son tan enormes que es difícil discutirlos de una manera coherente", confiesa Hamilton en su informe