lunes, 18 de febrero de 2013

Iglesias que han persistido después de la descolonización en Marruecos.

Marruecos es un país de grandes contrastes culturales, pero aunque de la impresión de que es un país abierto, religiosamente hablando, nada más lejos de la realidad, ya que las iglesias aunque están abiertas al público, solo son visitadas por los Extranjeros que visitan el país.
Las gentes del país no son  libres para procesar otras religiones que no sea el islam, y cada año se expulsan del país a cientos de personas  que intentan adoctrinar al cristianismo,sea católico o protestante, a miles de marroquies que no se sienten atraídos por una religión que les quita libertad y que condena a muerte a muchos ciudadanos,aunque este caso no sea el de Marruecos.

Aqui os dejo algunas fotos de las iglesias  marroquies que aún quedan,más bien parecen museos:





Iglesia de San Andrés ( Tánger )
 






















Catedral de San Pedro ( Rabat )

















 Nuestra señora de la Concepción ( Tetuan )
 
 
 

Catedral del Sagrado Corazón ( Casablanca)
 
 
 

Nuestra Señora del Pilar( Larache )
 
 
 

 Iglesia de Ntra. Sra. de las Victorias ( Tetuan )
 
 
 
 

Iglesia de Notre Dame de Lourdes ( Casablanca ) 
 
 
 
 

Catedral de Nuestra Señora de Lourdes ( Tánger )
 
 
 
 
 
 

Tetuan

En 1483-1484 llegan los primeros refugiados andalusíes, provenientes de la fortaleza de Píñar, bajo el mando del capitán y alcalde granadino Sidi Al-Mandari o Mandri. Se reconstruyó y fortificó la ciudad y se inició un periodo de gran esplendor. La ciudad se convirtió también en refugio de judíos sefardíes expulsados de España. De esta época procede el núcleo de la ciudad vieja, el barrio al que los lugareños llaman bled, es decir, «el pueblo» por excelencia. Sidi Mandri es uno de los gobernantes más famosos de Tetuán, que fue asistido en el gobierno y sucedido tras su muerte por su esposa, Zaida Aljorra o Sayyida al-Hurra («la Señora Libre»), poderosa mujer de orígenes andalusíes que llegaría a casarse con el sultán de Marruecos.
Según el historiador Skirej (1483), 80 moriscos llegados de Granada comenzaron a construir casas en la parte denominada Al Balad, pero eran hostigados por la tribu de los Beni Hozmar, que reivindicaban la propiedad del sitio. Al ser informado de sus quejas, el sultán Mohammad Ach-Chaikh Al Wattassi les prestó 40000 mithqal y envió a 40 guardias de Fez y otros 40 del Rif para protegerles. Escribió al gobernador de Chauen, Moulay Ali Ben Moussa Ben Rached El Alami, para solicitarle que enviara a una persona competente para que construyera una muralla defensiva. Mohammed ben Ali Al Mandari, un comandante de origen andalusí unió la ciudad, de la que fue gobernador y arquitecto. Es considerado como el verdadero fundador.
El siglo XVI se caracteriza por una serie de luchas internas por el poder (Sayyida al-Hurra fue víctima de una de ellas). En los inicios del siglo siguiente, Tetuán será uno de los principales destinos del exilio de los moriscos (últimos musulmanes españoles, expulsados por Felipe III de España). Los moriscos fundan un gran barrio al norte del Bled, conocido como Al-Ayun («las fuentes»), donde hasta la actualidad se conservan numerosas reminiscencias del castellano hablado por aquellos exiliados: la popular calle Tranqat («de las trancas») o la mezquita y escuela Luqash (Lucas) son dos ejemplos bien conocidos, además de numerosos apellidos castellanos arabizados en familias tetuaníes

General Leopoldo O'Donnell
El 6 de febrero de 1860 el general Leopoldo O'Donnell derrotó a las tropas del sultán de Marruecos y conquistó la ciudad. En 1862 la ciudad fue devuelta a Marruecos. En Tetuán, como consecuencia de esta actividad bélica, tuvieron lugar los primeros contactos entre españoles y descendientes de españoles expulsados, después de cuatro siglos de aislamiento, sobre todo con la numerosa colonia judía sefardí, que hablaba aún una variedad de idioma español, el judeoespañol, también llamado en Marruecos haketía. Buena parte de la población musulmana de la ciudad era, por su parte, de origen peninsular, y conservaba viva la noción de su procedencia.

El protectorado español  en color blanco
Entre 1913 y 1956, Tetuán fue la capital del «protectorado» español de Marruecos. La administración española construyó varios barrios nuevos extramuros de la vieja ciudad. La influencia del «protectorado» ha seguido siendo importante incluso después de la independencia del país. Así, en 1913, en cumplimiento del Dahir de SAI el Jalifa Muley el Mehdi Ben Ismail se realiza el Censo de población y estadística de viviendas, resultando una población de 18 533 habitantes, de los cuales practicaban la religión musulmana 11 623, la hebrea 4 250 y la católica 3 006.
Placa testimonial  bilingüe en una calle de Tetuan
Muchos habitantes han conservado el castellano como segunda lengua, lo que se refleja en los rótulos de numerosas calles y comercios. El gobierno marroquí, sin embargo, ha visto esta diferencia respecto al resto del país (donde la segunda lengua es el francés) como un posible aliciente para las reivindicaciones autonomistas que siempre ha tenido el norte de Marruecos, por lo que ha hecho lo posible por erradicar el uso del castellano en la zona. En la actualidad, el idioma español es poco utilizado entre las personas jóvenes, algo más entre las de mediana edad y mucho entre las mayores. En ello influye también la afluencia de inmigrantes procedentes de otros lugares de Marruecos. Cabe también señalar la existencia de varios centro de enseñanza españoles en dicha ciudad: el Colegio Español Jacinto Benavente (de enseñanza primaria), el Instituto Español Extranjero Nuestra Señora del Pilar (de enseñanza secundaria) y el Instituto Español Extranjero Juan de la Cierva (de formación profesional).
Instituto Cervantes de Tetuan
Tetuán y la provincia de la que es capital se vieron sometidas durante el reinado de Hasán II (1929-1999) a un boicot económico declarado, en castigo por las reivindicaciones autonomistas. Hubo escasas inversiones privadas y muy pocas estatales en el mantenimiento de la ciudad, que el monarca nunca visitó oficialmente. A mediados de los años ochenta Hassan II pareció perdonar a los tetuaníes, y anunció su intención de acudir a la ciudad. Para ello, dio órdenes de que se le habilitara un palacio similar al que poseía en otras ciudades marroquíes. El palacio se hizo desalojando la vieja sede de la Alta Comisaría española y entonces consulado general de España. Frente al palacio se abrió una gran explanada, arrasando la plaza del Feddán ―histórico centro de reunión y lugar emblemático de la ciudad―, hecho en el que muchos tetuaníes vieron una manifestación de poder habitual del desaparecido rey.
La ciudad antigua o Medina de Tetuán, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y se han emprendido importantes tareas de restauración en las que ha participado la Junta de Andalucía, habida cuenta del origen andalusí de gran parte del casco viejo.