sábado, 17 de diciembre de 2011

España logra congelar su deuda por primera vez desde que estalló la crisis.

Las medidas de contención del gasto público y las trabas al nuevo endeudamiento territorial, empiezan a dar sus frutos. Por primera vez desde que estalló la crisis, la deuda pública ha frenado su escalada. En el tercer trimestre del año el agujero del conjunto de las administraciones se mantuvo estable en el 66% del PIB.

No obstante, la evolución en el último año sigue arrojando cifras negativas. La deuda total creció casi un 15% entre septiembre de 2010 y el mismo mes de este año. El aumento es más abultado en el caso de las autonomías, que acumulan un incremento de su agujero del 22% en los últimos doce meses, hasta los 135.151 millones, un 12,6% del PIB. Y en este caso, los números rojos siguieron creciendo en el tercer trimestre, aunque a un ritmo inferior al que lo venían haciendo hasta ese momento (2.000 millones entre julio y septiembre, frente a los 9.000 del trimestre anterior).

Datos de 2006
En la comparativa europea, y pese al fuerte crecimiento de los últimos años —del 36% del PIB en 2007 al 66% actual— España no sale mal parada. La deuda pública española es ahora casi 20 puntos inferior a la de la eurozona del cierre de 2010 (85,3%), y 22 puntos si tenemos en cuenta la previsión para este año 2011 (88% del PIB). Grecia es, con mucho, el país más endeudado de Europa. Al cierre del año pasado 
debía el 144,9% del PIB, y la Comisión Europea prevé que este año la cifra se eleve al 162,8% del PIB. También la deuda italiana supera el 100% de su riqueza. El año pasado alcanzó el 118% y éste puede cerrar en el 120%. La todopoderosa Alemania, ejemplar en muchos aspectos, cerró 2010 con un agujero del 83,2% de su PIB. Eso sí, este año tiene previsto reducir la cifra al 81,7%. Alemania cerrará 2011 con una deuda del 85,4% de su PIB.

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